viernes, 14 de enero de 2011

JUVENTUDES SOCIALISTAS DE LORQUÍ CONDENA LA VIOLENCIA Y LAMENTA PROFUNDAMENTE LA BRUTAL AGRESIÓN A UNA JOVEN DEL MUNICIPIO

Nota de prensa (14.01.11)

-- “Constantino Sotoca debe rectificar o dimitir”.

-- Muchos jóvenes de Lorquí están siendo manipulados por personas relacionadas con la ultraderecha de ‘España 2000’.


Juventudes Socialistas de Lorquí (JSRM-Lorquí) quiere manifestar su más profundo rechazo hacia todo tipo de violencia, especialmente la violencia de género y las actitudes xenófobas y racistas, al tiempo que condena enérgicamente la brutal agresión sufrida por una joven de Lorquí a manos de otro joven del municipio.

JSRM-Lorquí lamenta profundamente que el consejero de Educación, Constantino Sotoca, afirme con tanta contundencia que no se trata de un problema de educación. En nuestra opinión, este tipo de reacciones violentas son un fracaso de la educación social y, si bien no compete sólo a la educación reglada (maestros y profesores) enseñar a los jóvenes a comportarse racionalmente, este tipo de hechos evidencian el fracaso de la sociedad en su conjunto en cuanto a la educación en valores democráticos y de convivencia. Por tanto, la ligereza del Consejero al afirmar que este problema no es en absoluto competencia suya, debería conllevar una rectificación pública por su parte. Y si no rectifica debería dimitir, por ocupar el cargo que ostenta sin tener ni idea -ni sensibilidad- acerca de lo que debería ser la Educación de los ciudadanos.

Desde JSRM-Lorquí queremos denunciar la paradójica respuesta de los vecinos del municipio ante el hecho ocurrido. Hay una fuerte corriente de opinión entre muchos vecinos que niegan la brutalidad del hecho y que, ilógicamente, piden justicia para el agresor, por ser natural “del pueblo”, “buena persona” y “un estudiante normal”, habiendo incluso quienes intentan contextualizar los hechos: “ella lo agobiaba”, justificando así la agresión. Este tipo de respuestas violentas no son aceptables. En Juventudes Socialistas creemos que los hechos son injustificables y que quienes intentan minimizarlos o justificarlos no respetan en absoluto los derechos más básicos de las personas ni los valores más elementales de nuestra democracia. Es más, pensamos que si las nacionalidades de víctima y agresor hubieran sido intercambiadas, la respuesta de los vecinos hubiese sido aún más abominable, por la fuerte corriente de xenofobia ultraderechista que se está instalando en Lorquí sin que nadie (Ayuntamiento, Policía Local y vecinos) haga nada por remediarlo.


Insistimos en que estos hechos suponen un grave fracaso de la educación en valores sociales y democráticos; traducen un fracaso sistémico y colectivo que no deja inocentes –sino víctimas- por el camino. Todos somos culpables porque todos, en mayor o menor medida, somos agentes sociales y educadores: las familias, los ciudadanos, los docentes y las autoridades políticas. Por tanto, que el Consejero Sotoca niegue que la raíz de este problema esté en la Educación no hace sino evidenciar, una vez más, que la sociedad occidental ha sido enajenada, ha perdido la conciencia de comunidad y ha sida absorbida por los valores más rancios del liberalismo: “mientras no me toque a mi, bien está el mundo (¡y nuestro pueblo!) como está”.

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